Editorial

Hace ya cuatro años INCINE edita su revista digital INMÓVIL estudios de cine, como un espacio para el debate entre realizadores, académicos, docentes y estudiantes del lenguaje audiovisual. La publicación semestral forma parte del directorio de revistas académicas LATINDEX, de amplia difusión en la academia latinoamericana y europea. El número 7 de la revista está destinado al cine de animación.

Desde los orígenes del cine, los realizadores buscaron la forma de ir más allá de lo que es posible en el mundo real. Meliès, en su Viaje a la Luna, ya usó varios recursos de animación para poder contar su fantástica historia; de ahí en adelante, la animación ha evolucionado hasta la mágica tecnología del 3D. Ahora, el desarrollo tecnológico permite crear mediante la animación digital cualquier ser, mundo u objeto que una mente pueda imaginar y lograr que ellos hagan lo que el creador desee: lámparas que bailan, gatos que hablan, dos bailarines que se descomponen en miles de cuerpos ondulantes. La libertad creativa parece no tener límites en el cine de animación por lo que cabe reflexionar sobre el mundo de opciones que este desarrollo tecnológico trae a las artes audiovisuales.

En este número, INMÓVIL propone reflexionar sobre el aporte estético de la animación al cine, así como sobre las posibilidades creativas y estéticas del cine de animación, mediante los artículos de Jacob Valladares, Germán Coronel, Diana Molina, Luis Moreira y Paulina Simon.

Abrimos la revista con un relato de Paulina Simon, en el que narra su descubrimiento de Miyazaki. ¿Cine de animación es igual a cine para niños?

Luis Moreira, a través de un recorrido por la historia de la animación, de Disney a Pixar, contribuye a reflexionar sobre cómo inciden las diferentes técnicas en la realización de películas animadas. En la misma línea, Jacob Valladares profundiza en las condiciones de producción de una película animada en stop-motion y reivindica la belleza de su imperfección, que la dota de singular expresividad.

Diana Molina y Germán Coronel reflexionan sobre si América Latina puede competir con los grandes estudios de animación estadounidenses que imponen estilos, técnicas, temas a nivel mundial. Los dos artículos hablan de la fuerza que poco a poco va cobrando la realización de cine animado, pero no dejan de resaltar la brecha que todavía existe entre la capacidad productiva de los grandes estudios de Norteamérica y los estudios y realizadores independientes del sur.

Nuevamente, el equipo editorial de INMÓVIL invita a sus lectores y lectoras a compartir sus impresiones y sugerencias sobre el contenido de este número y, muy especialmente, a animar a los jóvenes cineastas en formación a hacer una lectura crítica de esta propuesta editorial