Nota de la editora

André Bazin afirmaba que “todas las películas nacen libres e iguales”, sin embargo, la representación del género, delante y detrás de cámara, ha sido durante mucho tiempo una forma limitada únicamente al paradigma aristotélico de lo femenino y masculino.

Quizás, el pensamiento de Bazin, que el cine ha nacido con la libertad, igualdad y fraternidad proclamadas en la declaración de los derechos del hombre y los ciudadanos, de la Revolución Francesa, deja al descubierto que el cine ha sido forjado bajo el dominio de la mirada masculina. La dramática historia de Alice Guy-Blanché, la primera directora de cine, es uno de los ejemplos más notables del sexismo en la industria del cine.

Alice inició su carrera cinematográfica trabajando junto a León Gaumont, pionero de la industria cinematográfica francesa. Desde el momento en que conoció el cine, en una de las proyecciones privadas de los Lumieré, Alice decició usar la tecnología del cinematógrafo para contar historias. En el año 1896 produjo su primera película “El hada de las coles”. En las obras que la sobreviven, Guy- Blanché aparece en los créditos de las películas que realizó, como secretaria y los directores de fotografía, que ella contrató, son reconocidos como los realizadores de sus películas.

¿Cómo es posible que en más de 350 películas producidas, dirigidas y guionizadas por ella, se la haya relegado de la historia del cine? La imagen cinematográfica es un documento histórico, que sirve como un espejo de las sociedades y el pensamiento de la época, tanto dentro de la obra cinematográfica como del momento temporal en que la obra fue hecha. La desparición de Guy- Blanché de las páginas de la historia del cine, se debió primordialmente al hecho de ser mujer y vivir en una época donde no era aceptable que una mujer diriga y produzca cine.

En la actualidad, la mujeres continúan la lucha por establecer un espacio para ellas en el cine. En este número 9 de INMÓVIL, el artículo del Foro: “Mujeres, cine y resistencias”, profundiza en esta temática desde la mirada interna de cineastas ecuatorianas. Se presentan las ponencias de Gabriela Calvache, Patricia Yallico y Estefanía Arregui.

En los más de 100 años de la historia del cine, las mujeres realizadoras han ido luchando y conquistando el territorio, deleitando en el camino con su arte y forma de ver el mundo. Sin la lucha por la reinvindicación de Alice, Matilde Landeta, Louis Weber, Dorothy Arzner y muchas más, no existirían las bases del cine moderno. Paulina Simon escribe sobre una de las grandes directoras de cine: Agnès Varda.

El comic presentado en la imagen superior, forma parte de la historieta de Alison Benchel, Dykes to Watch Out For, del cual se deriba el test de Benchdel/ Wallace11 Creado en 1985 por la dibujante Alison Benchdel. El test se compone de 3 puntos: 1. Aparecen en la película al menos dos personajes femeninos, 2. Hablan entre ellas, 3. Dialogan sobre algo distinto a un hombre. A pesar de no tener un sustento teórico, este test ha servido como una prueba tornasol para medir la representación de las mujeres en las producciones audiovisuales. Sin embargo, siguiendo la línea del pensamiento de la filósofa Luce Irigaray, la representación de lo femenino y masculino en el cine demanda ir más allá del binarismo femenino/ masculino. Se debe entender las representaciones cinematográficas desde un estado genuino de diferencias sexuales.

“The way for women to be liberated is not by ‘becoming a man’ or by envying what men have and their objects, but female subjects once again valorizing the expression of their own sex and gender.” (Irigaray, 1993, p.71)22 Irigaray, Luce. An Ethics of sexual difference. Cornell University Press, 1993. (La forma de liberación de las mujeres no es a través de "convertirse en un hombre" o envidiar lo que los hombres tienen y sus objetos, sino a través de revalorar la expresión de su propio sexo y género.)

En la época actual donde cuesta tanto proponer una definición de género, el cine sigue en continua exploración de las representaciones y miradas en el fílmico. Los diversos géneros buscan símbolos e imágenes en el audiovisual a través del cuerpo y la sexualidad, para buscar una visión de sí mismas más allá de la figura fálica. Los artículos de Isabel Fernández y Csaba Herke profundizan en la mirada cinematográfica del cine a partir de la indagación del género. Por otra parte, Patricio Capelo Cando propone un análisis del uso de las figuras del tarot de Marsellas en la construcción arquetipica en la ‘fábrica de los dioses’ Hollywood.

En un estado mundial donde los movimientos de género van ganando terreno en la sociedad y en el arte, enfocándonos en la realidad latinoamericana, el constante diálogo de la academia sobre el género y la mirada cinematográfica, es necesario para la contínua formación de futuros cineastas. La temática de este número 9 de INMÓVIL: “Femenino y masculino: construcción fílmica de la mirada”, propone un grano de arena más a este debate. ¡Espero que lo disfruten!