Recibido: 21 de marzo de 2020 Aprobado: 21 de mayo 2020
Patricio Xavier Capelo Cando
Autor independiente
El artículo aborda el análisis de ciertos arquetipos dentro de algunas obras cinematográficas exhibidas a nivel masivo en el año 2019, haciendo énfasis en los elementos masculinos y femeninos que se manifiestan, principalmente a nivel simbólico. El autor usa la antigua baraja del tarot de Marsella como base para comparar la construcción de personajes y situaciones que se muestran en algunos arcanos mayores, con los personajes y situaciones de las películas analizadas.
Palabras claves: Arquetipo. Jung, Tarot, Hollywood. Tarantino. Joker. Judy. Personajes.
The paper addresses the analysis of certain archetypes within several cinematographic works, exhibited in the year 2019. It emphasise in the masculine and feminine elements that are manifested, mainly at a symbolic level. The author uses the old Marseille tarot deck as a basis to compare the construction of characters and situations, shown in some Major Arcana of that deck, with the characters and situations of the films analyzed.
Key words: Jung, Tarot, Hollywood, Tarantino, Joker, Judy, Charaters.
El cine, como heredero del antiguo teatro griego y su ritual puesta en escena del vasto panteón mitológico, ha devenido en el exponente más importante, a nivel comercial masivo, de los elementos simbólicos y arquetípicos que antiguamente tenían un lugar concreto (como dioses) en el desenvolvimiento individual y social de los seres humanos. Son elementos que, según el influyente psicoanalista Carl Jung, están arraigados de manera innegable en el inconsciente colectivo e individual de cada ser humano, y por ende en cada potencial espectador de las salas de cine comercial. Se podría decir que esos dioses del pasado se han trasladado del exterior cósmico, a las salas de cine en las cuales no solo son proyectados a la pantalla, por el aparataje técnico que hace posible visualizarlas, sino también son proyectados al interior de cada espectador nuevamente, en una especie de juego de ping pong de proyección psicológica y de transferencia cinematográfica.
A esto se puede añadir que, según algunos estudios neurobiológicos, el cerebro no diferencia entre una experiencia real de una imaginada, soñada o vista en una pantalla debido a las denominadas “neuronas espejo”, y si se es consecuente con esta afirmación, entonces lo que vemos en la grandeza de la pantalla de cine tiene un influjo experiencial directo sobre todos y cada uno de los espectadores.
Hollywood, al ser innegablemente el principal expositor de obras audiovisuales a nivel mundial, cosa que no necesariamente hace mérito a su calidad, tiene una enorme responsabilidad ya que es la principal matriz creadora de guías simbólicas y de comportamiento, en forma de historias, para el mundo.
Una pregunta válida en relación a esto sería si la más grande productora de modelos arquetípicos está siendo responsable con esta tarea Es decir, ¿se están usando estas instancias primordiales como un elemento que potencia el autoconocimiento y la profundización en el inconsciente personal y colectivo? ¿o se las usa para manipular y crear implantaciones mercantiles vanas en el espectador, aprovechándose vilmente del poder de estas imágenes simbólicas y su influencia directa en los espectadores? Hoy en día en que la conciencia y postura de género es una condición ineludible al momento de la creación artística y en este caso específico, la creación cinematográfica, sería también de gran importancia que se haga una revisión de lo masculino y lo femenino desde el lugar de lo simbólico. Y también lanzar esta mirada a ciertos productos cinematográficos de consumo masivo, para tratar de dilucidar cómo se construyen y, si en efecto, son usados de manera superficial.
Así, este ensayo se propone realizar una pequeña revisión de estos elementos, para lo cual se tomará como punto referencial uno de los compendios más completos y elaborados sobre elementos simbólicos y arquetípicos, la baraja de Tarot y su antiguo catálogo de personajes y situaciones arquetípicas. Así se empezará a indagar la manera en la que el cine contemporáneo hollywoodense usa los elementos arquetípicos de lo masculino y lo femenino para construir personajes y situaciones, y de cierta manera guiar el comportamiento de las masas de espectadores que consumen dichos productos.
Para ello se propondrá analizar algunos de los filmes más destacados del 2019 como “Joker” (Todd Phillips, 2019), “Judy” (Rupert Goold, 2019) y “Once upon a time in Hollywood” (Quentin Tarantino. 2019). Películas que podrían resultar variadas en el aspecto temático, pero que dan una muestra del vasto catálogo de producción reciente Hollywoodense.
Además, son tres películas que, aunque provengan originalmente de medios que rozan con lo hiper ficcionado del cómic, su construcción y forma de mostrar el relato propuesto, terminan siendo de corte realista; no entran en categorías genéricas de lo fantástico, el realismo mágico o el cuento de hadas, tipos de filme en los que, por su parentesco con los relatos mitológicos, se puede apreciar de una manera más clara y casi obvia, la carga arquetípica que pueden movilizar.
Se podrían mencionar de manera rápida algunos filmes emblemáticos en los que una figura arquetípica en particular se ha usado de manera abierta, éste es el Ermitaño o anciano sabio (como lo llama el psicoanalista Carl Jung). En la primera saga de “Star wars” (George Lucas, 1977) en la que además colaboró como asesor del guión el famoso mitólogo estadounidense Joseph Campbell, cuyo trabajo es esencial para entender los elementos simbólicos como estructuradores de las civilizaciones tanto antiguas como modernas, se puede encontrar claramente este personaje arquetípico. En esta saga tenemos la figura del anciano sabio encarnado en el personaje de Yoda, arquetipo que sirve de guía y enseñanza, además ayuda a avanzar a otras etapas a sus aprendices, y es así como lo hace con Luke Skywalker, el joven personaje que emprende su viaje de autoconocimiento.
El anciano sabio viene a ser el equivalente del Ermitaño o arcano 9 del tarot, carta que simboliza la búsqueda de la sabiduría y el alejarse del mundo para entrar en contacto con las fuerzas interiores y así luego volver a ese mismo mundo que se ha dejado con una energía renovada. También se puede encontrar a esta figura del Ermitaño en el personaje de Morpheus en la saga de “Matrix”, aquí viene a guiar al protagonista del filme, Neo, sacándolo del mundo ilusorio de la matriz para enseñarle cómo funciona la realidad, sirviendo así también de guía y fuente de conocimiento.
Se podría decir que este arquetipo del anciano sabio transgrede de cierta manera el orden patriarcal establecido en el que la ley y los valores se dictan por imposición más que por una guía cálida y empática con el aprendiz. Va más allá de la guía activa de la energía masculina, complementando ésta con una enseñanza receptiva, que va a tono con la energía femenina.
El viaje que proponen los 22 arcanos mayores del Tarot, y que se asemeja directamente al modelo arquetípico de construcción dramática denominado el viaje o mito del héroe (propuesto por Joseph Campbell y sintetizado por Cristopher Vogler), es un viaje de apropiación simbólica que va desde el vacío o potencial creativo total (simbolizado por el arcano 0 o llamado El loco) hasta la totalidad (simbolizada por el arcano 22 o El mundo). El propósito de dicho viaje es la asimilación positiva de todo lo exterior para así integrarlo dentro de la psique, y así llegar a la individuación. Proceso que tiene como fin lo que alquímicamente se conoce como trascender la dualidad masculino/femenino y llegar a la unidad o totalidad andrógina, energéticamente hablando. Para entender un poco más sobre dicha dualidad se describirá brevemente lo que es lo masculino y lo femenino según el tarot:
Lo masculino o activo: Este vendría a ser el principio activo que se mueve y entrega. Lo que se conoce como la energía Yang de la dualidad taoísta.
Hay varios arcanos que encarnan principios masculinos activos. Por ejemplo El Mago, arcano número 1. Simboliza el uso de la energía creativa direccionada a un propósito específico. El personaje que vemos en la carta, carga una varita, símbolo fálico, con la cual lanza su intención enfocándola en la obtención de un fin específico.
Lo femenino o receptivo: Este vendría a ser el principio receptivo que permanece y recibe. Vendría a ser la energía Yin de la dualidad taoísta. Un arcano que encarna este principio femenino receptivo es la emperatriz o arcano 3. Ella representa la fertilidad y exuberancia de la tierra, que atrae y está en constante gestación transformadora pero pasiva.
Lo luminoso o sombrío de cada arcano: Por la complejidad de cada arcano, cada uno de estos acarrea una magnitud de aspectos que, como el espectro luminoso, van de la luz a la oscuridad. Esto quiere decir que cada arquetipo engloba lo positivo, además de lo negativo de los aspectos que se le atribuyen, y dependiendo la situación en la que se encuentre puede fluctuar entre estas dos facetas.
Arcanos como personajes o como situaciones: Un arcano como personaje vendría a ser cuando un arquetipo se emparenta con la caracterización de un personaje en una película y con la manera en la que está constituido, tanto interna como exteriormente. Puede ir desde el vestuario y maquillaje hasta sus acciones y arco dramático. Aunque también hay situaciones que pueden ser catalogadas como arquetípicas, algunas están presentes en la gran mayoría de filmes que utilizan la estructura dramática clásica aristotélica. Ahora se analizarán algunos personajes y situaciones de los filmes propuestos para tratar de encontrar similitudes con ciertos arcanos del Tarot:
Empezando por la construcción del vestuario, pasando por la esencia y caracterización del personaje, es notorio que los escritores de este filme han emparentado al Joker con el Loco del tarot, esto se resalta al inicio del filme, antes de que el personaje empiece a accionar. Se puede apreciar esta similitud en una escena en la que Arthur viaja en el metro después de salir de la agencia de payasos, ahí carga una maleta en la que guarda todo lo que necesita para hacer reír a sus clientes, de una manera bastante similar a como lo hace el arcano 0 que, al dirigirse sin mirar al precipicio, solo lleva una ligera carga que simboliza su desprendimiento del mundo material. El Loco en su aspecto luminoso simboliza la energía absoluta, pero aún no encaminada hacia una meta específica, se dice que es el que empieza el viaje en toda historia.
Así se encuentra Arthur al inicio del filme, encarnando a un artista de la comedia en potencia, pero lleno de miedos y limitaciones psico físicas que le impiden accionar de manera definitiva hacia su meta objetiva, que es lograr hacer un gran acto cómico en el mundo real, y ya no solo en el mundo de su imaginación. Se ve aquí la manera en la que este personaje encarna algunos de los rasgos sombríos de este arcano, ya que el Loco en su aspecto negativo se caracteriza por ser un ente infantil, sin una dirección específica en la vida y desprovisto de la capacidad de accionar.
Un aspecto de la caracterización que destaca de la relación del personaje de Arthur con el arcano 0 es su irrefrenable animalidad o atisbos de una gran energía proveniente del inconsciente, que en el caso del personaje se escapan como repentinas carcajadas, haciéndose notar la evidente inadaptación con su mundo, y el deseo de que esa energía primordial inconsciente sea liberada.
Esta energía en potencia nace de ese lugar del cual surgen las pulsiones esenciales, fuente en la que se genera el impulso creativo de este arcano y del personaje del Joker. Lugar caótico, totalmente incompatible con el sistema patriarcal y represivo como el que se presenta en el universo donde se desenvuelven los personajes del filme. El Loco, a pesar de ser un arquetipo masculino, es el que menos se emparenta con las figuras paternales que se pensarían propias de la energía masculina, eso es lo que lo hace incapaz de adaptarse a entornos muy rígidos, así como se sugiere en la figura del arcano; éste viaja constantemente moviéndose sin detenerse y sin dejar que nada lo ate tanto física como simbólicamente. En este caso, es esta energía irrefrenable del loco la que subvierte el orden establecido, la que moviliza el giro desde la consciencia a lo caótico del inconsciente, que es el cambio rotundo que toma el mundo de la historia, una vez que la energía del Joker logra ser liberada y canalizada.
La progresión que se puede ver en el arco dramático o cambio esencial en este personaje es la de pasar de ser un ser pasivo y sin capacidad de accionar, a girar hacia el movimiento y ser capaz de hacer sus primeras acciones en su mundo.
Este accionar está ligado directamente a la entrega de un objeto simbólico que es el arma que le da su supuesto amigo de la compañía de payasos. El arma tiene una relación directa con la varita mágica que usa el Mago o arcano 1 del tarot. Elemento fálico que lo representa. Este arcano habla sobre la capacidad de usar los conocimientos propios para lograr cambios en el mundo exterior, además la simbología del número 1 que se asocia a este arcano, se refiere a la capacidad activa propia de la energía masculina.
Después de obtener este objeto simbólico, Arthur empieza a darse cuenta de que esa energía caótica (proveniente de la energía inconsciente del Loco) que lleva dentro puede ser usada en su mundo. Al fin se lo puede ver experimentando el goce que este nuevo poder le da, después de usar el arma para matar a tres rufianes de clase media alta que, con su aberrada masculinidad, tratan de amedrentar a una chica en el metro.
El realizador de la película no puede ser más claro con la referencia de la transformación del personaje en el Mago, cuando en una escena en la que Arthur va a visitar a su supuesto padre Thomas Wayne, logra conversar con su hermano Bruce y le hace algunos trucos de magia para sacarle una sonrisa, usando una varita mágica que simboliza su nueva capacidad de accionar hacia el logro de sus propósitos. Al fin Arthur, transformado en el Joker o Trickster, como lo llamaría Jung, puede hacer su gran acto cómico que es una suerte de acto psicomágico al estilo de Jodorowsky, en el que, al conocer a su ídolo e idealizada figura paterna -el presentador de televisión Murray Franklin- lo asesina usando esa arma que le dejó liberarse y lograr accionar en primera instancia. Después de matarlo, Ciudad Gótica se transforma, derrocando el régimen patriarcal controlador con una gran horda de payasos que empiezan a repartir el caos lunar por todo el lugar.
Vamos de lo pasivo femenino, a lo activo masculino en relación al arco del personaje principal. Aunque en otro nivel, el mundo mostrado va de lo patriarcal controlador a una suerte de caos que promete un orden diferente, tal vez matriarcal. Uno de los temas abordados va en relación a lo nocivo del control aplicado por lo negativo de la energía masculina, como represora de la expresividad. La conclusión a la que llega el realizador es que, si no hay formas positivas de exteriorizar la creatividad, esta explotará de manera caótica.
La madre de Arthur o la que retiene a la bestia:
En el personaje de la madre de Arthur se puede apreciar claramente el uso de la carta llamada La Fuerza, en la que se muestra a una mujer que de manera sutil y autoritaria domina a una gran bestia que se asemeja a un león. Esta carta simboliza el control consciente de las pulsiones inconscientes o de los impulsos animales. Claramente se aprecia cómo se usa esta premisa para construir la relación de Penny Fleck con su supuesto hijo Arthur. Mientras ella está en el hogar, la neurosis y locura de Arthur se mantiene calmada, y solo se manifiesta con sus repentinos ataques de risa. El Joker o energía primordial inconsciente permanece dormida casi en su totalidad, pero cuando la madre va a al hospital y se ausenta del hogar, vemos cómo la bestia o pulsión inconsciente de Arthur empieza a aflorar, la Fuerza (su madre) para contener ese deseo bestial, deja de estar por lo cual esta instancia primordial es libre de expresarse en la realidad.
El problema de liberar esta fuerza caótica es que no hay nadie que la contenga y tome las riendas para canalizar el caos en un acto creativo, es por ello que el descontrol se hace manifiesto, aunque podría ser que de la destrucción causada por la liberación del inconsciente surja una nueva creación, un nuevo mundo con su propio orden. Es importante notar que esta función de control que ejerce la madre no tiene nada que ver con el control paternal activo, es más bien un refrenar desde la pasividad; su mera presencia hace que Arthur no exprese su caos interior. Pero es su ausencia la que lleva a que Arthur logre darse cuenta de que su lado esencial había estado dormido por demasiado tiempo y ahí logra entender que esa risa supuestamente neurótica en realidad era un atributo de su verdadero ser. Después de este aprendizaje del personaje de Arthur, mata a su madre adoptiva, liberándose de manera definitiva de cualquier forma de control.
Aunque la Fuerza es un arquetipo femenino, tiene un rol activo, pero en este caso la madre parece no accionar demasiado; sin embargo juega un papel fundamental en el cambio y desarrollo del arco dramático del protagonista de la película. Se muestra de una manera sintetizada cómo lo femenino y los masculino pueden asociarse para construir atributos de caracterización en un personaje.
Thomas Wayne y Murrau Franklin, la sombra del emperador:
Estos dos personajes encarnan claramente algunos aspectos masculinos asociados con figuras paternalistas y patriarcales, tanto a nivel positivo como negativo. Estos son el orden, la disciplina y la guía del comportamiento. Se los puede asociar directamente con la figura paternal del Emperador o arcano 4, carta que simboliza el control y apropiación de las cuatro direcciones o el regir de manera consciente el exterior, el bienestar financiero y el servir como modelo a seguir para la comunidad.
Tanto a nivel obvio y exterior (Wayne) como simbólico e individual (Murray) estos personajes ejercen una fuerza restrictiva tanto en los ciudadanos de Ciudad Gótica como en Arthur. Fuerza que restringe a un nivel tanto físico y socioeconómico como emocional-expresivo. Si Wayne controla a sus ciudadanos a través de la política, Murray los controla de manera psicológica, obligándoles a reír cuando lo que deberían hacer es rebelarse en contra del gobierno injusto y posiblemente corrupto de Wayne. No es sorpresivo que el Joker asesine a uno, liberándose definitivamente de sus ataduras emocionales, que le impiden ser él mismo y que la horda iracunda, impulsada por Arthur e individualizada por un payaso enmascarado anónimo, asesine al otro, vengándose del injusto gobierno.
Se puede apreciar cómo los personajes hombres en este filme usan la energía masculina de una manera casi en su totalidad negativa, sin abrir el diálogo y la posibilidad de la escucha propia de la energía femenina. Por su simpleza podrían rozar con lo plano y unidimensional.
La muerte, cambio y renovación:
Un arquetipo controversial que forma parte de la baraja del tarot es el arcano sin nombre que lleva el número 13 y que ha sido apodado como la Muerte. En un filme con tantas muertes sería interesante ver qué aporta el significado simbólico de esta carta en relación a estos acontecimientos. Se ve a Arthur asesinando a varios personajes. Primero a los tres enternados violentos en el metro; asesinarlos conlleva una liberación para Arthur, es la primera vez que reacciona ante el maltrato por parte de los otros, y como indica la escena siguiente después de este acto es feliz por primera vez en el filme cuando baila de manera fluida con el cuerpo abierto festejando ese cambio en él. El arcano 13 simboliza el cambio drástico de una situación ya sea por un acto o por un incidente azaroso, en este caso el asesinato que lleva a cabo Arthur implica la base del primer cambio en una progresión gradual hacia la liberación del reprimido lado inconsciente del protagonista de esta historia. Así sucede también cuando asesina a sus dos figuras tanto paterna como materna, es decir a su Madre adoptiva y a Murray Franklin. De este modo llega a despojarse totalmente de lo que le ata a su represivo mundo consciente. Luego su supuesto padre es asesinado por uno de los manifestantes enmascarados de payaso, eliminando la última de las figuras represoras para Arthur. Y si eso no es suficiente se insinúa en el desenlace del filme el asesinato de la doctora que lo atiende en el hospital psiquiátrico, liberando al Loco de manera aparentemente definitiva.
En este filme la protagonista es una mujer de mediana edad que encarna dos arquetipos femeninos que se relacionan por la falsa progresión entre uno y otro. Estos son la Papisa o sacerdotisa, arcano 2, y su truncada progresión o conversión en la Emperatriz o arcano 3. La película es un biopic que muestra la vida del ícono hollywoodense Judy Garland, vemos su fallido ascenso a la madurez desde que es una niña obligada a trabajar extensas horas hasta que se convierte en una madre alcohólica y fármaco dependiente que continúa sacrificándose laboralmente, ahora por el ideal de quedarse con la custodia de sus hijos.
Así se ve a la joven Judy, encarnando al arquetipo de la Sacerdotisa o Papisa, que simboliza uno de los principales aspectos receptivos de la energía femenina, en este caso la necesidad de asimilar conocimiento y de cierta manera adoptar o someterse a una ideología con el propósito de llegar a un entendimiento esencial de ella. La adolescente Judy trata de ser la mejor actriz juvenil, dejando de lado todo el resto de necesidades y gustos propios de la experiencia de ser una joven próxima a convertirse en una mujer, para encerrarse en un set de filmación y de manera infructuosa tratar de entender lo que es la vida mediante la actuación y el trabajo excesivo. Se ve el arquetipo de la Papisa, ensombrecido por influencias externas, principalmente el severo y controlador productor de Judy. El lado luminoso de este arcano no llega a expresarse por lo que, cuando el personaje se convierte en una mujer adulta, la progresión de un estado a otro se ve truncada. La evolución saludable que propone el tarot es el paso de la Papisa a la Emperatriz, cambio en el que después de recibir el conocimiento necesario se adopta la capacidad de gobernar las fuerzas femeninas y naturales de manera consciente y autónoma.
La Emperatriz simboliza la capacidad de materializar proyectos usando la creatividad y pasión, representa a la madre terrenal y afectiva, así como a la mujer sensual capaz y empoderada. En sus aspectos negativos se estanca en la inmadurez, la excesiva fantasía y la irrealidad. Se puede apreciar que en la Judy adulta destacan los aspectos sombríos de este arcano, tal vez por su truncado desarrollo cuando joven. Aunque logra con dificultad ganarse la vida de una manera creativa, cantando en shows para atraer a espectadores usando la nostalgia, está llena de inseguridades y su adicción al alcohol y las pastillas hacen que el disfrute de su quehacer artístico sea nulo. Además, la falta de seguridad en sí misma la hacen susceptible a confiar en cualquier posible pareja dejándose llevar por falsas ilusiones y siendo embaucada muy fácilmente. Se ve el paso fallido y la asimilación infructuosa de arquetipos propios de estados específicos de la vida de una persona. Se podría deducir que el hecho de que Judy en su juventud no pudo explorar las experiencias propias de esa edad, hacen que se haya convertido en una adulta con problemas para ejercer lo que de ella se demanda.
Los implantes sociales proyectan una manera de ver a la madre basándose en ciertos aspectos propios del arquetipo de la Emperatriz, pero el lado activo creativo suele quedar oculto o inexplorado. En Judy se puede observar que el amor que se espera de una madre está presente, pero la incapacidad de congeniar su rol de madre y de artista hacen que su vida carezca de equilibrio.
El productor:
Este personaje encarna claramente el arquetipo del diablo o arcano 15. Esta carta en su sentido positivo simboliza el uso sabio y consciente de los elementos sombríos de la psique individual y colectiva. En su aspecto negativo es aprovecharse de la energía y potenciales de uno mismo, como de los otros, con fines totalmente egoístas. Este personaje lo que hace es eso, meramente aprovecharse de la joven Judy Garland, explotando su talento y belleza mientras, oculto en las sombras, se queda con toda la riqueza material que ella produce. Se puede ver que este personaje encarna solamente los aspectos negativos de este arcano, convirtiéndolo en un personaje plano, sin dimensionalidad o lo que, oponiéndose a la multidimensionalidad del arquetipo, se conoce como estereotipo. El lado luminoso del Diablo habla de la posibilidad de asimilar la sombra de manera positiva, uniendo así la energía masculina -que comprende llevar a cabo este acto de manera activa- y lo femenino, al asimilar y atraer esa energía ¨demoníaca¨ o mejor dicho sombría, en lugar de rechazarla. O como propone Carl Jung en el proceso de individuación, tratar de iluminar la propia sombra para convertirnos en seres completos.
Judy como el Papa:
Además de hacer referencia a las figuras de la Sacerdotisa y de la Emperatriz hay otro arcano al que nos remite este personaje en ciertos momentos del filme, y es el arcano del Papa. Este arcano simboliza el servir de guía para el resto o el saber guiar las fuerzas espirituales de uno mismo. Se puede ver este comportamiento con los dos personajes que acuden de manera casi religiosa a todas las presentaciones de Judy. Parecería que la función de Judy para esta pareja, y para muchos de sus seguidores, es la de mantener viva la fe en el arte y la expresión artística. De cierta manera, la función de todo artista es la de guiar de manera emocional, intelectual y activa a los receptores de su obra, usando su energía activa masculina para que sea acogida por el espectador que, en el acto de presenciar, la recibe y le da un fin concreto a su energía femenina.
Los enamorados como situación:
Se puede aprovechar este filme para analizar rápidamente esta carta ya que en la película se propone una pequeña relación amorosa, que termina resultando fallida, entre Judy y Mickey Deans.
La carta de los enamorados o arcano 6 habla de tomar una decisión entre dos o más posibilidades, que muchas veces se decide de manera más sabia que con la ayuda del azar, o como muestra la carta, con alguna entidad divina. Es una de las situaciones más recurrentes en la construcción de una historia. Los personajes deben tomar una decisión entre algún elemento que los arrastra a mantener su zona de confort y otro que los jala para salir de ella.
El enamorado que tiene que decidir entre dos posibles parejas es solo una analogía para esta situación arquetípica sin la cual las historias no progresaría hacia sus desenlaces. Judy, después de haberse casado con Mickey, tratando de tener una relación idílica, se da cuenta gracias a un acontecimiento, que él es un farsante y solo quería utilizarla, por lo que ella tiene que volver a decidir entre dos posibilidades, continuar su relación con él a pesar de que sabe que solo quiere usarla, o dejarlo y continuar su camino en el mundo del canto.
Se ha usado esta carta para mostrar su uso en una situación ¨amorosa¨, aunque como se recalcó anteriormente, va a estar presente siempre que un personaje deba decidir entre dos o más posibilidades.
Rick Dalton o el crespúspulo del Emperador:
Dada la construcción y caracterización del personaje principal de este filme se lo puede asociar de manera directa al emperador o arcano 4, pero principalmente ligado a sus aspectos sombríos o negativos. Rick es un actor de Hollywood llegando a los 50 años que siente que su carrera está por terminar. Su alcoholismo, depresión y falta de motivación han hecho que esta sensación se acreciente. Podemos ver aquí muchos de los aspectos negativos de este arcano, en el que hay un temor de perder y una incapacidad de mantener la seguridad financiera material tanto como el aparente estatus social que se ha ganado por acción propia. Parece estar estancado en lo que piensa que es el éxito, sin poder ver otro lado que no sea ese estilo de vida que ha imaginado como suyo, viviendo de una apariencia sin profundidad ni valor, más que mostrarse como una celebridad. Aquí podríamos emparentarlo además con la carta del colgado o arcano 12. Esta carta simboliza el detenimiento del movimiento vital, para analizar el pasado o encontrar la fuerza para avanzar, pero de manera negativa puede convertirse en un estancamiento: no se puede direccionar la energía hacia ningún lugar. Vendría a ser el aspecto más oscuro de la energía femenina, un doble negativo. A Rick le cuesta salir de este estancamiento, ya que como se mencionó anteriormente, tiene una fijación con lo superficial que proclama el mundo en el que vive. No quiere encarnar otro papel más que la extensión del macho de western, figura estereotípica arraigada en lo que se pensaba debía proyectar el hombre.
Rick carece de cualquier capacidad de mirar hacia adentro, de profundizar y ver la manera de avanzar y no estancarse. Carece de energía femenina por lo que su masculinidad se vuelve acartonada y de una sola dimensión.
Clif Booth, la fuerza del carro:
El carro o arcano 7 simboliza la acción en el mundo, es el poder encarar de manera extravertida y activa lo que la sociedad demanda de nosotros o lo que se quiere lograr en el exterior, ponerse en movimiento, lanzarse a la vida. No es gratuito que Clif sea un experto conductor y además el que conduce de un lugar a otro por la ciudad a Rick, que ha perdido su licencia para conducir de manera literal y metafórica. Su función en el filme es la de empujar a Rick por la vida, alentarlo y servir de apoyo moral y amistoso, además de ser su empleado y doble de acción. Es ese impulso vital que Rick parece haber olvidado. Además, se puede emparentar a este personaje con la carta de la fuerza una vez más, ya que visualmente se lo asocia a ésta. Clif tiene una perra a la que ha entrenado de manera admirable, simbolizando la forma en la que se ha hecho cargo de sus pulsiones inconscientes y las ha aceptado e integrado. A pesar de ser lo que se llamaría en el slang estadounidense, un perdedor, Clif se muestra feliz y motivado.
A diferencia de Rick, Clif encarna la fuerza activa masculina y la sensibilidad y afecto femeninos que a su jefe le faltan.
Sharon Tate y la superficie solar:
Sharon es uno de los pocos personajes principales femeninos en este filme y aparentemente es el más superficial de todos los que aparecen en la película. Podemos observar que se usa la figura del Sol, o arcano 19, para construir este personaje. Carta que simboliza la irradiación de energía o belleza hacia el otro, la claridad de pensamiento, emoción y acción, así como la alegría y vitalidad. Así se puede ver como Sharon todo el tiempo viste con tonos amarillos o naranjas, y siempre está irradiando belleza con una gran sonrisa.
Atrapa la atención de todos los que la miran y, como en la carta, ha logrado unir a los dos hombres que ama de manera armoniosa, Roman Polanski y Jay Sebring. Se asocian los dos seres, uno tocando el corazón y el otro la cabeza del que tiene al lado, como creando una coherencia entre el pensar y el sentir. De esta manera Polanski podría llenar la necesidad intelectual de Sharon, y Jay la parte emocional, creando una trinidad o triangulo equilibrado, como vemos en el filme.
Se podría decir que, como el Sol, Sharon muestra su superficie, dejando contemplar lo que se esconde detrás de ella. Es el personaje de una mujer que, a pesar de quedarse en una caracterización plana, encarna al astro que desde las civilizaciones antiguas se ha usado para simbolizar la energía masculina.
Un cambio de suerte para Rick, o la aparición de la rueda de la fortuna:
La carta de la Rueda de la Fortuna, o arcano 10, nos muestra una situación arquetípica ampliamente usada en la narrativa audiovisual, especialmente en el punto de giro o en el clímax de las historias. Esta carta simboliza un cambio rotundo en la vida, un giro de 180 grados, el movimiento de la rueda del karma. Es cuando las situaciones pasan de positivo a negativo o de negativo a positivo, en lo que Mckee llama los valores de progresión dramática.
Estos valores están dictaminados por el objetivo principal de los personajes. Por ejemplo, el objetivo que claramente persigue Rick es el de volver a convertirse en una estrella del medio. Mientras lo esté logrando o se esté acercando a lograrlo estaría en valor positivo y mientras se aleje de cumplir su objetivo estaría en valor negativo. Como se puede ver, por el estancamiento emocional en el que está Rick, se le hace imposible lograr su objetivo, ni siquiera dando una actuación “digna de Shakespeare” en el insignificante rol de villano del western que protagoniza, puede acercarse a lo que desea. Así decide resignarse e ir a actuar en lo que para él es la tumba de un actor de Hollywood, en spaghetti western italiano, estancándose aún más en lo que vendría a conocerse como un doble negativo. Pero su suerte cambia de manera repentina cuando después de que actúa por primera vez fuera de un set protegiendo su hogar, como de manera activa haría el emperador, con un lanza llamas (el fuego como elemento de la energía activa masculina), es invitado por Jay a la casa de sus vecinos, los Polanski, insinuándose para él y para el espectador un cambio rotundo en la suerte actoral del personaje.
Se puede recalcar que a pesar de que el cambio de suerte parece repentino, éste sucede después de que Rick usa la energía masculina activa por primera vez fuera de un set, dándonos a entender, por yuxtaposición de eventos, que lo único que le hacía falta para que su suerte cambie, era accionar.
Con este pequeño análisis se puede empezar a apreciar cómo los realizadores hollywoodenses usan de manera consciente ciertos arquetipos arraigados de manera inconsciente -en el inconsciente colectivo- de cada espectador para atrapar su atención y mantenerlos inmersos en sus historias. Aunque el uso de los arquetipos para seguir moldeando las figuras masculinas y femeninas tiene un desarrollo que va más allá de lo plano y superficial, aún se siguen usando figuras directamente asociadas a lo masculino y lo femenino para construir a los personajes hombres o mujeres. Sería interesante ver producciones a escala masiva que critiquen de manera constructiva esta manera de crear personajes. Además, es de gran importancia que el espectador, en algún momento, pueda distanciarse del filme para poder apreciar la manera en que esos personajes, supuestamente reales, son construidos y así crear una distancia para no dejar que la proyección quede arraigada en el inconsciente individual sin abrir el espacio al auto análisis que idealmente lleva a un conocimiento más amplio de su propia psique.