Recibido: 15 de mayo de 2020 Aprobado: 04 de junio 2021
Mauricio Acosta Muñoz
INCINE
El artículo propone un debate sobre los conceptos de modernidad, globalización y mestizaje a partir del análisis de dos canales de Youtube: Kuri Fuérez y Nubia e hijos. El objetivo es repensar los marcos enunciativos y representacionales cuando estos son asumidos por personas que, desde la ideología de la modernidad, no corresponden a las clases dominantes y sin embargo asumen sus códigos de comunicación para autorepresentarse.
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This article opens a debate on the concepts of modernity, globalization and miscegenation through the analysis of two Youtube channels: Kuri Fuérez y Nubia e hijos. The objective is to rethink the enunciation and representations assumed by people that according to Modernity, do not belong to the dominant classes but they used their codes to try to define themselves.
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El coronel no leyó los titulares. Hizo un esfuerzo para reaccionar contra su estómago. «Desde que hay la censura, los periódicos no hablan sino de Europa», dijo. «Lo mejor será que los europeos se vengan para acá y que nosotros nos vayamos para Europa. Así sabrá todo el mundo lo que pasa en su respectivo país.»
(García Márquez 2015, 36).
Para nadie resultaría nuevo el uso del concepto “eurocentrismo” en un trabajo que analice críticamente los resultados de su influencia a nivel histórico, geopolítico y global (en la actualidad) en los lugares en donde se ha hecho presente a partir de su expansión geográfica desde el siglo XV, sobre todo en el continente americano (Dussel 1994). Este texto no pretende ir en una dirección contraria, pero sí quisiera arriesgarse a considerar “otros” caminos. Esos, en primer lugar, están marcados por la presencia (en la modernidad) de las personas que produjeron la interacción entre América y Europa, a partir de la conquista y colonización ibérica (Gruzinski and García Fernández 2018), y por los usos que hacen estos grupos humanos de las herramientas digitales contemporáneas, específicamente las plataformas audiovisuales como Youtube, con las que se cuenta en la actualidad.
El objetivo de este texto es analizar los sentidos y las (auto)representaciones, del espacio comunitario-campesino16, de dos canales de Youtube: Kuri Fuérez17 y Nubia e hijos18. El análisis parte de la hipótesis de que este tipo de plataformas permiten una suerte de “apropiación cultural invertida”, es decir: serían espacios (modernos) en los que sujetos subalternizados (Bhabha 2013) y los lugares periféricos (Martín-Barbero and Corona Berkin 2017) pueden comunicarse directamente con el mundo global. Esta premisa surge de la revisión de algunos materiales teóricos en los que se plantea la cuestión ¿qué es la modernidad y quiénes son los sujetos que la habitan?
16 El concepto de comunidad puede ser demasiado amplio y complejo, a la vez que dependerá de las disciplinas científicas que lo aborden (sociología, antropología, etc.). En ese sentido, la propuesta de este trabajo es entender lo comunitario desde dos perspectivas: la primera lo aborda como un lugar opuesto al espacio urbano (específicamente la ciudad); y la segunda será entenderlo como un lugar habitado por grupos humanos que desarrollan su vida cotidiana combinando prácticas culturales tradicionales y modernas. 17 Ver enlace al canal en: https://www.youtube.com/channel/UC9bPpxwG2OgCeJ10yK5cb8g/about 18 Ver enlace al canal en: https://www.youtube.com/channel/UCeUlkw2mOytSyH-7GerzeLQ/aboutDesde un punto de vista formal y teórico, me ubico en las propuestas de dos autores que centraron sus trabajos en la modernidad: el historiador francés Serge Gruzinski (Gruzinski and García Fernández 2018) y el filósofo alemán Walter Benjamin (2015). Entre los dos acaparan un marco temporal bastante bien definido: el historiador, que ubica el inicio de la modernidad a partir de la expansión portuguesa y española en el siglo XV; y el filósofo que la piensa a partir del siglo XIX, sobre todo con el establecimiento de la ciudad como el “entorno natural” de la sociedad industrializada. ¿Por qué trabajar con dos autores europeos la relación entre el acto cinematográfico y la producción comunitaria? La respuesta tiene dos partes: la primera es que Gruzinski (sobre todo) y Benjamin proponen sus teorías desde lo periférico, de cierta forma logran “deseuropeizarse” para poder analizar su propia cultura19.
19 Serge Gruzinky ha dedicado una amplia parte de su investigación a la situación de la conquista y colonización española en México: La colonización de lo imaginario, Le guerra de las imágenes, Las cuatro partes del mundo (editados por el Fondo de Cultura de Económica), ¿Para qué sirve la historia? (editado por Alianza Editorial), entre otros. Benjamin, por su parte, sufrió la persecución del régimen nazi y en sus escritos (mucho de su trabajo se publicó luego de su muerte) reflexiona sobre el impacto, en la sciedad y en el arte, del avance tecnológico y su manipulación ideológica. Dos de sus trabajos: La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica y El libro de los pasajes, proponen una lectura crítica al pensamiento ilustrado europeo y su relación con el capitalismo.La segunda tiene que ver con que ambos autores (a su manera) coinciden en que, en los discursos sobre el arte, la cultura, la producción y la representación en la modernidad, no se puede dejar de lado al sujeto no-europeo, pues éste (mestizo) sería el fruto mismo de este devenir moderno. Y además:
Durante siglos, en la literatura, las cosas se daban de tal manera que un reducido número de escritores se encontraba frente a un número de lectores miles de veces mayor. Pero un cambio se presentó a finales del siglo pasado. La expansión creciente de la prensa puso a disposición de los lectores órganos locales cada vez más nuevos de expresión política, religiosa, científica y profesional. Fue así que una parte creciente de los lectores pasó a contarse también -aunque fuera sólo ocasionalmente20- entre quienes escribían (Benjamin 2015, 52).20 El resaltado es mío.
La descripción de Benjamin corresponde a lo que el autor denomina como: el derecho a ser filmado, parte de las tesis que desarrolla en su ensayo La obra de arte en la época de su reproducibilidad técnica. Para Benjamin el desarrollo técnico que produce la industrialización de ciertos procesos artísticos, especialmente el cine y la fotografía, permite romper con la idea del autorcreador. Es decir que la tecnología deconstruye ciertos lugares sociales previamente asignados a quienes producían obra y a quienes la consumían. En el caso del cine esta premisa se vuelve potente y muy concreta cuando se piensa en el documental, el cine político y (actualmente) en el video-blog. Precisamente porque cumplen los planteamientos del autor: se crean nuevos órganos locales de expresión política, religiosa, etc., las y los lectores se vuelven “ocasionalmente” escritores (en el caso del cine, directores o realizadores).
Los canales de Kuri Fuérez y Nubia e hijos representan, a su manera, la premisa propuesta por el filósofo alemán. Es decir: son autores de sus propias historias, se cuentan a sí mismos, a sus pares o a sus lugares. Vale la pena decir que este “contarse” se inscribe en un discurso inicial que propone abiertamente la consideración del campo-comunidad como el espacio de la enunciación. ¿Cuáles son las características de este espacio? A nivel textual, el canal de Kuri Fuerez dice ser: un “laboratorio para la exploración de las estéticas, gráficas y narrativas propias del Abya Yala en el tejido del audiovisual”. En el caso de Nubia e hijos, su canal tiene una doble finalidad: la primera es enseñar a la gente técnicas de cultivo y cuidado de plantas (alimentos, sobre todo) y la segunda es crear un espacio que permita la visibilización del trabajo campesino y los serios conflictos que afrontan las y los productores por el rol encarecedor de las cadenas de distribución intermediarias (ver imagen 1).
A nivel visual, ambos canales se ubican en el campo para la creación de sus contenidos. En esta perspectiva, vale la pena caracterizar el campo como un lugar en donde árboles y piso de tierra o hierba reemplazan al pavimento, concreto y adoquín. También se trata de un espacio en el que la concentración de personas es mínima, la circulación vehicular es totalmente opuesta a la de la ciudad y, sobre todo, se siente un ritmo vital menos apremiante con respecto a la ciudad. En ambos casos la imagen sirve para mostrar el argumento de cada video: cómo sembrar, cómo preparar la tierra para sembrar, cómo preparar medicina natural, etc. Me refiero a que no existe una búsqueda de subtextualidad o meta relato alguno, se privilegia la concreción en el acto comunicativo.
Kuri Fuérez es un niño indígena, de nacionalidad Kichwa-Otavalo. Nuria y sus hijos, en cambio, se declaran simplemente como campesinos colombianos (sin una pertenencia étnica). Este primer elemento identificador sirve para que nos ubiquemos en los personajes que están produciendo el discurso audiovisual. Desde la perspectiva de los estudios postcoloniales (Bhabha 2013): Kuri, Nubia y sus hijos corresponderían a la noción de “sujetos subalternos”, es decir: no cumplen con el ideal del ser moderno-occidental: hombre, blanco, europeo y letrado. Esto se vuelve más concreto cuando reconocemos que Kuri es un niño y Nubia una mujer, el alejamiento es aún mayor. Y si por último se suma el criterio de los contenidos de los canales (ya mencionados) la distancia con respecto al “ser moderno” es aún más grande. ¿Cuál es, entonces, el lugar que ocupan Kuri, Nubia y sus hijos en este proceso histórico y filosófico? ¿Son seres modernos, a su manera, o son realmente subalternos que han recibido un “permiso enunciativo” porque saben manejar los códigos del occidente moderno?
La pista para responder estas preguntas se puede empezar a seguir en varios de los trabajos del historiador francés Serge Gurzinski (Gruzinski and García Fernández 2018; Gruzinski 1994; 2010; Gruzinski and Gruzinski 1993). Para este autor, el encuentro entre Europa y América, a partir del siglo XV, debe verse no sólo desde la brutalidad del acto colonizador europeo. A pesar de la masacre ocurrida, este autor sostiene que el proceso colonial también puede verse desde la producción de un nuevo ser histórico: el mestizo. Y esto es posible si se logra entender que, a través del proceso de conquista y colonización, la presencia indígena supo modularse con la europea; no sólo se adaptó a ella en un acto de supervivencia, también supo incorporar y resignificar varios elementos de la cultura extranjera y someterlos a los de la suya propia.
Gruzinski propone entender el expansionismo europeo desde tres conceptos: occidentalización, mundialización y globalización:
(...) Es a ese tipo de bloque uniforme al que llamamos «globalización», mientras que aquí se entiende por «mundialización» el proceso de vinculación a escala planetaria y por «occidentalización» los efectos de la proyección del Viejo Mundo fuera de sí mismo. «Por tanto la globalización concierne sobre todo a las herramientas intelectuales, los códigos de comunicación y los medios de expresión».(Gruzinski and García Fernández 2018, 204)
La perspectiva propuesta ayuda a analizar el problema en un sentido diferente a lo que proponen los estudios poscoloniales y esa fijación jerárquica entre dominador y dominados y dominadas. No con esto quiero implicar que eso no suceda, pero sí es mi interés pensar que es posible salir de esa lógica para redimensionar las condiciones de la vida contemporánea. Analizando la cita planteada: el siglo XV marca el inicio de un proceso de occidentalización y sus efectos se extienden hasta la actualidad: ciencia, progreso y capital serían los valores más importantes que caracterizan la occidentalización.
El concepto de mundialización, en cambio, sirve para dar cuenta de las tensiones que produce el choque cultural entre occidente (Europa) y el Abya Yala (América). Evidentemente se trata de un choque asimétrico pues Europa desestima los saberes locales en pos de instaurar en sus colonias una continuidad de los valores culturales de occidente. Este proceso no logra eliminar las prácticas culturales locales (tradicionales) y da como resultado un mestizaje, una hibridación, en la cual empiezan a convivir los dos elementos de la cultura americana (la indígena, criolla y europea). Un elemento interesante para analizar esta etapa, sugiere el historiador, es que este mestizaje no sólo afecta a las capas sociales dominadas; también las clases dominantes se dejan afectar por estos intercambios.
Por último, la globalización vendría a representar el elemento empírico. Está compuesto por las herramientas que permiten la interacción social: medios de comunicación, herramientas comunicativas, lenguaje, etc. Estas herramientas manejan un código occidental (pues fueron diseñadas por esa cultura), por ende, para poder manejarlas hay que conocer, entender y saber usar ese código. Los canales de Kuri Fuérez y de Nubia e hijos, desde esta perspectiva, manejan el código y por ello pueden formar parte de esa forma de comunicación global llamada Youtube.
Dentro de los “estudios culturales”, la palabra “apropiación” suele contener una serie de tensiones en las que usualmente se describe una relación cultural asimétrica, jerarquizada y binaria: civilización-barbarie, culto-inculto, educado-ignorante, progreso-tradición. Estas caracterizaciones binarias representan, otra vez, la visión eurocéntrica sobre la necesidad de civilizar y traer una cultura hacia la modernidad. Ahora ¿qué pasa si la apropiación se produce en una vía contraria? Como ya se mencionó: Kuri, Nubia y sus hijos usan una plataforma global, occidental y moderna para transmitir sus mensajes.
En este punto del texto vale la pena mencionar el contexto en el que conocí estos canales: el inicio de la pandemia (marzo 2020) y el consecuente confinamiento que se decretó a nivel global. Este dato es importante si se toma en cuenta lo que significó para el mundo contemporáneo aquella orden de detenerlo todo: movilidad, producción, consumo. La gran ciudad detenida y presentada en noticieros, notas de prensa y publicaciones de redes sociales recordaba las imágenes propuestas por Charles Baudelaire en sus textos: El pintor de la vida moderna (Baudelaire 1995) y Los paraísos artificiales (Baudelaire and Cardona 1999). En dichas imágenes se podía percibir, o se anticipaba, o por lo menos se deseaba una crisis del modelo civilizatorio vigente; y por primera vez se podía observar que otras realidades y otros discursos existían21.
21 Para constatar esta afirmación se podría revisar las notas de prensa en las que se mencionaba que durante la cuarentena en las ciudades se percibía fuerte y claro la presencia de animales como pájaros, osos, lobos, zorros, etc. O también las famosas imágenes de delfines y demás fauna marina en los canales de Venecia.Esos discursos, entre otros, fueron los del campo. A Martha Stewart y Marie Kondo se las pudo reemplazar (aunque sea un momento) porque no cabía seguir embelleciendo una ciudad que se había apagado y, sobre todo, en ese tiempo, era un signo de peligro dados sus altos índices de concentración demográfica y la consecuente posibilidad de un rápido esparcimiento del nuevo virus. Es entonces, en ese silencio mundial, cuando descubro estos canales.
Llegar a los canales de Kuri y de Nubia y sus hijos no fue un acto consciente, o voluntario. En el caso del canal de Kuri, el descubrimiento se produjo por referencias producidas en otro canal de la misma plataforma de Youtube (RUNAnimation)22. El punto de empatía desarrollado con este espacio fue la serie de videos “Kuri Fuérez #encuarententa”. La razón de esta identificación es bastante concreta: una cosa es vivir un encierro obligatorio en un departamento, en la ciudad; y otra es pensar una cuarentena en un exterior, en donde se puede circular sin el peligro de la aglomeración y el contagio. Los videos de Kuri en la cuarentena, y también el resto de sus aportes al canal son materiales de corta duración que plantean, desarrollan y concluyen un tema concreto y simple: pastorear, cargar leña, sembrar mora, subir la montaña, etc.
22 Ver enlace al canal: https://www.youtube.com/c/SegundoFu%C3%A9rez/featuredAl canal de Nubia e hijos, en cambio, lo descubrí por un reportaje de la cadena televisiva France 24, la cual presentó la noticia de la “Familia campesina y youtuber”23. Lo primero que supe de esta propuesta es que se creó el canal poco después del inicio de la pandemia y el confinamiento. Los temas de sus videos también están relacionados con el espacio campesino: cómo hacer huertos verticales, uso de la sábila, el día a día en el campo. un regalo de cumpleaños para un joven del campo, etc. Aquí también el formato es simple y concreto: planteamiento, desarrollo y conclusión. Aunque a nivel visual y sonoro se siente mucha menos experiencia en el manejo de las herramientas con respecto al canal de Kuri.
23 Ver enlace a la nota de prensa: https://www.france24.com/es/20200612-familiacampesina-colombiana-conquista-youtube-con-tips-para-abrazar-el-agro¿Qué aportan al mundo audiovisual (occidental) estos canales? En primer lugar, está el hecho de que rompen con la figura de una comunicación mediada por un sujeto externo (generalmente periodista, documentalista o investigador). Este cambio en el sujeto enunciativo le confiere a esta producción el sentido de que se está asistiendo, de primera mano, al espacio vivido y habitado por quienes producen estos contenidos. Cuando se elimina la mediación del sujeto externo también se elimina la interpretación del otro. En ese sentido, Kuri, Nubia y sus hijos, dejan de ser la alteridad de occidente pues están hablando con voz propia, no existe una intermediación que los esté interpretando para ponerlos al entendimiento de unos consumidores mediáticos estandarizados.
Lo siguiente es considerar el medio en el que están circulando estos materiales, el internet. Desde el enfoque clásico de los medios de comunicación (recuérdese a Benjamin): los contenidos audiovisuales deberían ser producidos, administrados y puestos a circular a partir de unos criterios editoriales basados en el buen gusto, un adecuado manejo técnico del lenguaje, y sobre todo la profesionalidad con la que se produce cada parte del producto audiovisual (que es casi como una cadena de producción). Sin embargo, en el contexto contemporáneo se puede prescindir de dicha cadena, pues el propio mercado ha facilitado el acceso a equipos de producción (celulares con cámara y micrófono incorporados, por ejemplo) y plataformas de circulación (el propio Youtube).
A partir de la superación de estas barreras enunciativas, lo que les queda a los realizadores es abrirse campo dentro del océano de propuestas que circulan al mismo tiempo en la red. Este es, quizá, el único elemento que no pueden controlar. Sin embargo, para ser parte de este espacio deben asumir una especie de identidad (global) con la cual se presentan a la masa de posibles espectadores a los que pudiesen llegar: son youtubers. Este neologismo, por sí solo, les otorga un crédito que les autoriza a ocupar el espacio virtual. En el caso de Kuri Fuérez, “el niño youtuber”, es probable que su proceso de crecimiento (o cantidad de visualizaciones) vaya creciendo con el tiempo, conforme su canal se vaya asentando en torno a un ritmo de producción y publicación sostenido. En el caso de Nubia y sus hijos, el proceso es un poco invertido, pues el canal se viralizó desde el inicio, con lo cual lograron acaparar una cantidad considerable de espectadores (más de diez millones de reproducciones de sus vídeos), que va decayendo hacia los últimos meses. Este hecho podría deberse a que perdieron el ritmo de producción y publicación y eso seguramente ha repercutido en el interés de sus espectadores24.
24 Aquí es importante mencionar que las y los youtubers tienen plena libertad de publicación (me refiero a la periodicidad). Sin embargo, de alguna manera se han creado ciertos estándares de publicación: una o dos veces por semana. Este ritmo de publicación se relaciona con la dinámica en la cual se moverá un canal dentro de las sugerencias que hace la plataforma a sus usuarios.Ahora bien, además del elemento discursivo mencionado, es importante tomar en cuenta otro factor que otorga a estos (y otros) canales cierto nivel de interés: lo local. Una de las características más excluyentes de la modernidad es la separación del mundo entre centro y periferia. Lo central es el espacio del poder: administrativo, económico, etc. Lo periférico, en cambio, es el espacio de la subalternidad, es decir, todo lo que no está avalado por el centro, y que es atrasado, subdesarrollado, etc. Este discurso también se hace presente en el contexto de un mundo globalizado y se habla de la diferencia entre lo local y lo global. Más allá de las palabras, las condiciones para ser parte de uno u otro, son las mismas que las establecidas en la relación centro-periferia. Dice Gruzinski:
(...) optar por un enfoque global consiste en dejar de elevar la Italia del Renacimiento a la calidad de referencia absoluta de la modernidad y aceptar que la revolución que trajo Magallanes pueda ser tan importante como la revolución de Copérnico. La modernidad europea se dirime sobre la superficie del globo.(Gruzinski and García Fernández 2018, 181)
La cita anterior sirve para entender las condiciones de posibilidad que se generarían si se logra entender que la centralidad no es capaz de contener, explicar y administrar toda la vida humana y sus acciones alrededor del mundo. Desde la perspectiva cultural está claro que desde el mismo instante en que Europa hizo contacto (conquista y colonización) con otras culturas, las relaciones se diversificaron de forma incontrolable; esas mismas relaciones afectaron a las dos partes y produjeron múltiples formas de entender el mundo. Y también se debe entender que ese mismo expansionismo, visto desde la lógica contemporánea de la producción, circulación y consumo, no puede homogeneizar los discursos, las formas de representación y los posibles actores del proceso comunicativo.
En ese sentido, los canales de Kuri, Nubia y sus hijos reflejan la expresión de lo local en un contexto global, y al mismo tiempo se basan en un esquema moderno para poder entablar la comunicación con todas y todos sus posibles consumidores. Queramos o no, este es también un proceso de producción audiovisual y de contenidos que tiene un valor propio por sí mismo, pero que además tiene la capacidad de desdoblarse y contar su individualidad desde la lógica de la comunicación moderna. Es evidente que no se trata de un sistema de “súper producción” cinematográfica industrial (tal como asumimos el Renacimiento) pero es también cierto que, por el solo hecho de hacerse presentes en una plataforma de comunicación global, se han ganado su espacio y su visibilidad y con ello la de su entorno y las personas que les rodean.
El gesto colonizador y la presencia de un imaginario eurocéntrico que nunca ha dejado de operar, ha producido sus propias contradicciones. Desde mi punto de vista, el más importante es el mestizaje. Esto no sólo se refiere a una nomenclatura étnica para definir a una persona. También sirve como una categoría que permite pensar los procesos culturales desde una perspectiva más amplia, interdisciplinar. Pensar en lo mestizo implica considerar todos los cruces posibles a nivel identitario, social y cultural. Eso significa que no existe una verdad absoluta en cuanto a los patrones de comportamiento, de interrelaciones, aprendizajes y formas de habitar el mundo.
Los canales de Kuri, Nubia y sus hijos pueden ser una muestra concreta de lo que representa el mestizaje en varios sentidos: lo primero es la adaptación de una forma narrativa (sobre todo visual) que se puede ubicar en los videos tutoriales, o cierto tipo de programas televisivos, que proponen técnicas de trabajo manual para construir, decorar o arreglar elementos domésticos. En estos canales, este formato se aplica para contar situaciones propias del campo, pero con la intención de que puedan replicarse en la ciudad (Nubia e hijos) o simplemente como un intento de contarse a sí mismo (Kuri Fuérez). Esta forma narrativa, además, cumple con una función de cara al público (la recepción) ya que al estar acostumbrados a esos elementos formales se vuelve un material de fácil lectura por parte de quien asiste a sus videos.
En segundo lugar, está un posible efecto buscado en los materiales de Kuri, Nubia e hijos: estos no buscan la producción de un sentido cosmético encaminado a embellecer el espacio. Más bien es una suerte de recordatorio de que una planta puede crecer en cualquier espacio y que el valor de aquella no es la decoración, sino la producción de vida a través de la multiplicación de los alimentos que se puedan sembrar y cosechar. Y también en ese proceso nos obligan (a la gente de la ciudad) a conocer de una forma más concreta el valor que tiene el campo como sostén de la vida humana, el trabajo que implica realizar sus actividades cotidianas y, sobre todo, las personas que están detrás de eso. Porque, a fin de cuentas, si alguna relación hay entre el cine y la vida, es la presencia de una persona, sus conflictos y sus resoluciones.
Por último, a nivel estético, el formato utilizado y el discurso que se enuncia también son una forma de mestizaje. Dentro de la cultura occidental, específicamente en lo relacionado a las artes escénicas (y ahora también cinematográficas), opera el concepto de conflicto (dramaturgia) dentro de la narración. Este concepto obliga a considerar, plantear y desarrollar siempre una pugna, o un objetivo al protagonista de la narración. Por lo general este conflicto contiene un objeto del deseo, el mismo que cumple la función de catalizador de las acciones a desarrollarse. En la producción de Kuri, Nubia y sus hijos no se hace uso de un modelo dramatúrgico, no existe conflicto alguno. Es simplemente el acto de mostrar y proponer al espectador el conocimiento de algo, sin la mediación del deseo cumplido o fallido, simplemente por el acto de ver y escuchar al otro.
Baudelaire, Charles. 1995. El pintor de la vida moderna. Bogotá: Áncora Editores.
Baudelaire, Charles, and Francesc Ll Cardona. 1999. Los Paraísos artificiales. Barcelona: Edicomunicación.
Benjamin, Walter R. 2015. Estética de la imagen. Buenos Aires: LaMarca Editora.
Bhabha, Homi K. 2013. El lugar de la cultura.
Dussel, Enrique D. 1994. El encubrimiento del otro: hacia el origen del mito de la modernidad. Quito: Abya-Yala.
Gruzinski, Serge. 1994. La guerra de las imágenes: de Cristóbal Colón a “Blade runner” (1492-2019). México: Fondo de Cultura Económica.
2010. Las cuatro partes del mundo: historia de una mundializacion. Historia. México: Fondo de Cultura Económica de Argentina.
Gruzinski, Serge, and Ramon García Fernández. 2018. ¿Para qué sirve la historia?
Gruzinski, Serge, and Serge Gruzinski. 1993. La colonización de lo imaginario: sociedades indígenas y occidentalización en el México español; siglos XVI-XVIII. 1. reimpr. México, D.F: Fondo de Cultura Económica.
Martín-Barbero, Jesús, and Sarah Corona Berkin. 2017. Ver con los otros: comunicación intercultural. Primera edición. Colección Comunicación. Ciudad de México: Fondo de Cultura Económica.
Kuri Fuérez: https://www.youtube.com/channel/UC9bPpxwG2OgCeJ10yK5cb8g/videos
RUNAnimation: https://www.youtube.com/user/Segundofuerez
Nubia e hijos: https://www.youtube.com/channel/UCeUlkw2mOytSyH-7GerzeLQ/videos